Concert Nou d’octubre

Director musical
Jordi Bernàcer

Orquestra de la Comunitat Valenciana

El concierto del Nou d’octubre dedica su primera parte a dos compositores valencianos que se escucharán por primera vez en el Auditori del Palau de les Arts. La primera pieza, Marxa del rei barbut, es una de las más representativas de la obra de Matilde Salvador i Segarra (1918-2007), figura clave en la música valenciana de la segunda mitad del siglo XX y de quien el próximo año se celebrará el centenario de su nacimiento. Dentro de la prolífica producción vocal de esta musicóloga, compositora y pintora castellonense, sobresale la ópera cómica La filla del rei barbut, que Salvador compuso para las fiestas de la Magdalena de Castellón de 1943. De esta ópera se extrae la Marxa del rei barbut, de la que existe también una versión para piano y otra para banda, a la que han dado una importante difusión las bandas de nuestra Comunitat. En la pieza, Salvador se basa temáticamente en el himno regional de la Comunitat Valenciana escrito por Serrano.

La programación de Alap et gat se inscribe en la serie de conciertos homenaje al músico valenciano José Evangelista (1943) de la Sociedad de Música Contemporánea de Quebec (SMCQ). Según explica el propio compositor, quien desarrolla su actividad profesional en Canadá, Alap et Gat son conceptos formales de la música clásica instrumental del norte de la India. Alap es una introducción lenta y no pulsada que presenta progresivamente las notas del raga. Raga es un concepto melódico complejo que comprende, entre otros, la noción de modo (de 5 a 7 notas) y de patrón melódico. Gat es la sección rítmica que presenta una melodía, siempre dentro del mismo raga. Esta melodía se reanuda de múltiples maneras pero siempre apoyada en una aceleración constante. He concebido mi obra -prosigue Evangelista- a partir de estas ideas. Lo que correspondería al raga es aquí una melodía de más de 80 notas sobre la que se articula exclusivamente el discurso melódico y armónico. La primera parte, Alap, explora lentamente las notas de la melodía, del grave al agudo. La segunda, Gat, es una música pulsada organizada alrededor de un largo accelerando. La pieza concluye con una coda que devuelve la atmósfera del inicio.

La segunda parte del concierto se abre con la Pavana para una infanta difunta, de Maurice Ravel, obra compuesta en 1899 originalmente para piano. La pieza, de unos seis minutos de duración se construye sobre la célula rítmica de la pavana, danza icónica de la Corte española de los Austria durante los siglos XVI y XVII. El título y la inspiración de esta obra responden a la sensibilidad tardorromántica de temática española imperante en su momento, en la que también se enmarca el conocido Bolero. Orquestada con posterioridad por el propio Ravel, la melodía sencilla y arcaizante es confiada por el autor a las trompas simples, hoy en desuso.

Cierra el concierto la suite de El pájaro de fuego, de Ígor Stravinski, el primero de los tres ballets compuestos en 1919 expresamente para los Ballets Rusos de Diáguilev. La obra narra, con el peculiar y característico lenguaje del compositor, entre neoclasicista y vanguardista, la leyenda rusa del Pájaro de fuego que trae la desgracia y la ventura a quien lo captura. Una historia muy del gusto de la literatura impresionista.