TRISTAN UND ISOLDE

Tristan und Isolde, o la mística disolución
La historia de Isolda de Irlanda y del joven Tristán se ha empeñado en mostrar el carácter trascendente del amor como ruptor de lindes y como transgresor de corporeidades. La infinitud buscada en su desarrollo, la continua transformación de la célula melódica original, y la destrucción de la forma previa sólo persiguen un horizonte: la superación de la atadura física. Tristán e Isolda son la vida más allá de la vida, siendo ésta sinónimo de muerte; siendo tal muerte el paso a la forma más perfecta de energía que, como una luz cegadora, lo sume todo en un abismo de inconsciente y supremo deleite.

Con Tristan und Isolde, Les Arts retoma su mágico vínculo con la música de Wagner, uno de los sellos de identidad de la institución desde que en la primera temporada comenzase a rodar El anillo del Nibelungo. Àlex Ollé es el responsable de la dirección de escena de la producción estrenada exitosamente en la Opéra de Lyon, de estética moderna, al tiempo que sobria y elegante, rica en simbolismo, que logra prender la llama del amor romántico en pleno siglo XXI. El maestro James Gaffigan dirige su primer Wagner al frente de la OCV y a la pareja protagonista formada por el Tristan más solicitado por los teatros, Stephen Gould, anteriormente protagonista de Les Troyens en Les Arts, y la Isolde de Ricarda Merbeth, una de las mejores sopranos wagnerianas de nuestro tiempo. Para redondear el reparto, el bajo Ain Anger y la temperamental Brangäne de Claudia Mahnke.