Semblanza de Hugo Wolf, el austriaco que musicó poemas inolvidables

Retrato de Hugo Wolf: locura y genialidad en un ‘lied’

Schubert y Schumann sirvieron de inspiración a uno de los liederistas más representativos del siglo XIX. Fue Austria quien vio nacer a un compositor de originalidad apasionante que dio alas a auténticos dramas en sus pentagramas. El temperamento de Hugo Wolf  (1860-1903) y su vida atormentada se escuchan en cada una de sus composiciones.

Depresión y genialidad

Ese sentimiento depresivo se percibe desde sus lieder iniciales. Esos temas cercanos al romanticismo y que toman como base al mismísimo Goethe son testigos de los vaivenes emocionales del músico. La inspiración creativa convivió también con sus irregulares estados de ánimo cuando vio la luz su Italienisches Liederbuch. Este cancionero confeccionado a partir de una colección de poemas italianos anónimos muestra a un artista de carácter imprevisible, pero de destrezas musicales aplastantes.

La influencia española en Hugo Wolf

Este Libro de canciones italianas -que sonará en el Palau de les Arts Reina Sofía el 4 de mayo- corresponde a la última etapa de la vida de un músico en cuya producción sobresale el peso de la literatura española. Spanisches Liederbuch, canciones basadas en textos de Cervantes o Lope de Vega, ilustran esa relación. También, la ópera cómica    El Corregidor (basada en El sombrero de tres picos, de Pedro Ruiz de Alarcón).

Una vida de infortunios

Corría el año 1896 cuando se estrenaba esta incursión del austriaco en el folclore español. Fue entonces cuando irrumpieron en su mente los fantasmas con más fuerza que en el pasado. Su desequilibrio le condujo a la muerte un año después en un psiquiátrico vienés, cuando comenzaba a recoger los laureles de su ingenio. Su fallecimiento hacía descender el telón de la vida infortunada de un Wolf de delicada sensibilidad.

Para entender esta existencia melancólica y triste debemos trasladarnos a su infancia y juventud. Es en ese periodo cuando conoce a Mahler y a Wagner. Concretamente, en el conservatorio de Viena, en el que se matriculó con 15 años, pero donde no consiguió finalizar sus estudios. Una continua falta

de salud y desastres económicos, pese a nacer en el seno de una familia acomodada, marcaron sus momentos posteriores.

Tiempo después acumuló enfrentamientos con personalidades como el gerente del teatro de Salzburgo. Además, se labró una fama de crítico musical ácido dirigiendo sus dardos envenenados hacia el mismísimo Brahms.

Alumnos atemorizados y asombrados

Por no hablar del temor que causaba en algunos de sus alumnos de piano por su carácter arrogante

e irascible. De hecho, este austriaco nacido en Windischgrätz, hoy Slovenj Gradec (Eslovenia), se ganó más de un apodo alusivo a su apellido (Lobo). Eso sí, el recelo de los jóvenes solo aparecía en algunas clases. En otras, los chicos regresaban a casa fascinados con la autenticidad de Wolf, también erudito del violín y del órgano.

La tumultuosa y abatida vida de Hugo Wolf sirvió de acicate para la creación de algunas de las canciones líricas más apasionantes de la historia. Acercarse a la ‘locura’ de este músico a través de sus composiciones supone una experiencia irrepetible. La oportunidad de hacerlo en Valencia la tenemos a la vuelta de la esquina.

Fuente de la imagen: ©geralt


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